La Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual, sancionada en octubre de 2009 y reglamentada recién en septiembre de este año por la presidenta Cristina Fernández, se basa, fundamentalmente, en multiplicar las voces y democratizar la comunicación. Esta nueva ley reemplazó a la Ley 22.285 de Radiodifusión, sancionada en 1980 por la dictadura militar.
El espíritu de la ley está en desconcentrar los medios y tiene como principal perjudicado al Grupo Clarín, que se mostró desde un principio claramente en contra de la sanción de la ley.
Durante este año, el Grupo Clarín interpuso varios amparos para lograr medidas cautelares en distintos juzgados, de modo de trabar la aplicación plena de la ley. Al día de hoy, la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual rige para todos, excepto para Clarín en algunos artículos como el 65, de los contenidos y el 161, el de la desinversión.
La Corte Suprema de Justicia dictaminó hace pocos días que el juez Edmundo Carbone falle "en un plazo razonable" acerca de la medida cautelar por la cual Clarín no se ajusta a lo que dice el artículo 161.
El 28 de septiembre pasado se realizó una marcha frente a Tribunales para pedir por la "plena aplicación de la ley" y tuvo como principal oradora a Hebe de Bonafini, titular de Madres de Plaza de Mayo, que pronunció un enérgico discurso y calificó de "turros" a los jueces de la Corte Suprema y llamó a "tomar por asalto los Tribunales". La marcha, en la cual se escucharon muchas voces genuinas y consecuentes en favor de una "democratización de los medios", contó también -como en muchas otras movilizaciones- con un mal de los últimos tiempos: las personas que asisten por el chori y la coca, que muestran el clientelismo político -tema de otro post-.
Esta nueva ley plantea los siguientes objetivos:
- La desmonopolización, porque pone límites a la cantidad de licencias que alguien puede poseer. El tope de licencias de radiodifusión es de 24 y a nadie se le permitirá que preste servicios a más del 35% de la población.
- La generación de contenidos nacionales, dado que los canales de TV abierta están obligados a emitir un 60% de contenidos producidos en Argentina.
- El acceso universal a la transmisión de eventos deportivos. Notable es el programa "Fútbol para Todos", que lleva la transmisión del deporte más popular a buena parte del país -y es esperable que en poco tiempo todos puedan ver el fútbol por televisión abierta-.
- La ampliación de las voces, debido a que se reserva el 33% del espacio radioeléctrico para las organizaciones sin fines de lucro.
- La valoración del cine nacional, porque los canales de TV abierta y de cable tienen que emitir al menos ocho películas argentinas por año.
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