Dos equipos de los denominados chicos campeones del fútbol argentino; los cinco equipos grandes, penando en la mitad de la tabla. A nivel selecciones, el hockey femenino sobre césped fue el orgullo argentino; la Selección de fútbol, menos nuestra que nunca. Y en el tenis, la figura fue una mujer y por la modalidad dobles; el singles masculino, modalidad que más alegrías le dio al hincha argentino en los últimos tiempos, fue una sombra.
FÚTBOL LOCAL. Desde la segunda mitad de la década pasada, la tendencia del fútbol argentino ha cambiado. El crecimiento y la coherencia institucional y, por lo tanto, deportiva, de clubes como Estudiantes, Vélez, Lanús y Banfield, sumado a la decadencia y las pésimas administraciones de los equipos grandes, desembocó en un cambio de paradigma: ya no es campeón quien gasta más en refuerzos, sino quien sabe mejor administrar los recursos propios.
En ese contexto, Argentinos y Estudiantes se consagraron campeones en los torneos del año pasado. Con estilos bien distintos, Claudio Bichi Borghi y Alejandro Sabella llevaron a sus equipos a lo más alto del fútbol local. La excepción a la regla fue Independiente, que, conducido por Antonio Mohamed, se alzó con la Copa Sudamericana, pero, como contrapartida, quedó último en el Torneo Apertura.
Racing, en una etapa de orden y progreso bajo la batuta de Miguel Ángel Russo, se salvó de la Promoción en el primer semestre y alcanzó un decoroso sexto puesto sobre el final del año. River fue el River de siempre sólo a partir del Superclásico, y con eso le alcanzó para alejarse por pocos puntos de la zona de Promoción. San Lorenzo cumplió una campaña horrorosa con un 15° puesto en el Clausura y un 14° en el Apertura, a pesar de tener en el banco al multicampeón Ramón Díaz. Y Boca, lejos de sus días de gloria, extrañó a Juan Román Riquelme, mostró muy poco juego y se devoró tres técnicos a lo largo del año: Alfio Basile, Abel Alves y Claudio Borghi.
La pretemporada cambió algunas fichas. Lo más destacado está en el funcionamiento del Boca de Julio César Falcioni, que renovó el mediocampo con las incorporaciones de Leandro Somoza, Diego Rivero y Walter Erviti y las vueltas de Juan Román Riquelme y Sebastián Battaglia, tras un prolongado período de inactividad.
Por otra parte, fue sorprendente la renuncia del técnico campeón,
Alejandro Sabella, a pocos días del inicio del Torneo Clausura. La versión oficial indica que Sabella se fue enojado por la falta de refuerzos, aunque ciertos rumores apuntaban al desgaste de la relación con dos referentes del plantel:
Juan Sebastián Verón y
Leandro Desábato.
TENIS. A principios del año pasado,
Juan Martín Del Potro se perfilaba para llegar al número 1 en muy poco tiempo, luego de sus excelentes actuaciones en el
US Open (campeón) y las
Finales de Londres (finalista) en el segundo tramo de 2009. Sin embargo, una lesión en la muñeca derecha mermó su rendimiento en el primer Grand Slam del año, el Australian Open, y lo mantuvo parado hasta que en mayo se operó. Del Potro
recién pudo volver en octubre a la competencia, con dos derrotas que postergaron hasta este año su recuperación.
La otra estrella del tenis argentino,
David Nalbandian, tuvo un buen regreso a las canchas tras su operación en la cadera de mediados de 2009, y fue una pieza fundamental -como casi siempre- en el equipo que llegó a
semifinales de la
Copa Davis, después de superar en primera ronda a Suecia y en cuartos de final a Rusia, jugando ambas series como visitante. Su mejor actuación en el circuito fue en
Washington, donde logró el título en agosto, pero después continuó con su mala racha en torneos de Grand Slam, donde
no alcanza la cuarta ronda desde Roland Garros 2007.
De manera sorprendente, los laureles del tenis argentino en 2010 se los llevó
Gisela Dulko, que conformó una pareja temible con la italiana
Flavia Pennetta. La pareja ganó 7 títulos, entre ellos el
Masters de Doha, terminó como número 1 y, el mes pasado, obtuvo el
Australian Open, para reafirmar que son las mejores doblistas de la actualidad.
MUNDIALES. Naturalmente, la mayor expectativa y todas las ilusiones estaban puestas en el seleccionado dirigido por el mejor futbolista de toda la historia,
Diego Armando Maradona, que además contaba con el mejor jugador de la actualidad,
Lionel Messi.
Con una primera ronda formidable, en la que ganó todos sus partidos, la Selección invitó a más de uno a soñar con el título que no conseguía hacía 24 años, la misma cantidad que Brasil e Italia las veces que más se demoraron en conseguir un nuevo trofeo mundial. Pero una pobre actuación en octavos de final ante México encendió la alarma de que el
funcionamiento colectivo no estaba tan
aceitado como parecía. Y en la siguiente ronda Alemania encontró todos los huecos necesarios e hizo trizas la ilusión del tercer título mundial con una contundente y merecida goleada.
La
Selección de Básquet, por su lado, sufrió las bajas de
Emanuel Ginóbili y Andrés Nocioni, más la lesión durante el
Mundial de Turquía de
Fabricio Oberto, y de una primera fase brillante pasó a una trabajosa victoria en octavos contra Brasil y una clara derrota en cuartos contra Lituania. Sin bajar los brazos, de la mano de
Luis Scola alcanzó el quinto puesto tras vencer a España, defensora del título.
Frente a esto,
Las Leonas fueron las encargadas de llevar la bandera argentina a lo más alto. Consolidadas como mejor conjunto de hockey femenino sobre césped desde hace casi una década, sólo Holanda pudo hacerles frente en la final del Mundial de Rosario, en el que se consagró
Luciana Aymar una vez más como la mejor jugadora y, con la segunda copa mundial en sus manos, se puede hablar de que es la mejor de la historia de este deporte.
Este año tendrá como atractivos fundamentales la
Copa América, que se va a disputar en nuestro país desde julio, y el Mundial de rugby en Nueva Zelanda, desde septiembre. Allí se verán las nuevas caras del deporte argentino, inmerso en un recambio generacional. En esta década se verá si el trabajo de tantos formadores sirvió para que nuestro deporte iguale al español, que desde hace ya varios años arrasa en todas las categorías.